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Elaboran plan para enfrentar el futuro de especies arbóreas amenazadas y endémicas de Chile

El encuentro, organizado por Botanic Gardens Conservation International (BGCI) puso en relieve la urgencia de tomar medidas para la conservación de las especies arbóreas endémicas amenazadas de Chile.

La Dendroseris neriifolia es un árbol que solo crece en el archipiélago de Juan Fernández y en ningún otro lugar del mundo. Sin embargo, hoy sobrevive un único ejemplar en estado natural que, acorralado en una remota quebrada, es un ejemplo de la fragilidad que se cierne sobre 40 especies arbóreas chilenas que se encuentran al borde de la desaparición.  

Priorizar esta urgencia y desarrollar una visión conjunta, fueron parte de los objetivos del Taller de Planificación para la Conservación Integrada de los Árboles Endémicos de Chile. La actividad, organizada por Botanic Gardens Conservation International (BGCI) junto al Laboratorio de Ecología de Paisaje de la Universidad de Concepción, estuvo bajo la coordinación y facilitación del Grupo Especialista en Planificación de la Conservación (CPSG) de la Comisión para la Supervivencia de las Especies (CSE), de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y el UICN CSE Centro de Supervivencia de Especies de Brasil y Argentina.

El encuentro reunió a 28 especialistas de diferentes organizaciones que debatieron para avanzar hacia un plan de conservación integrado, con experiencias y recursos disponibles para enfrentar el futuro de las especies amenazadas.

Eugenia Cordero Schmidt, facilitadora principal del taller y representante del UICN CSE CPSG, señala que este plan “fue establecido para trabajar con 40 especies arbóreas, endémicas amenazadas de Chile. Uno de los elementos importantes de este taller es que se están contemplando especies endémicas de Chile, tanto del archipiélago Juan Fernández, así como de la región centro y sur del país. Así, identificamos que todas esas amenazas acontecen en diferente intensidad, con diferente impacto, pero todas suceden en estas tres zonas del país. Trabajamos en grupos que abordan estas diferentes amenazas y otro, que trabaja con manejo intensivo, priorizando cuales de estas 40 especies necesitan acciones urgentes de conservación in situ, para colectar sus semillas y llevarlas hacia un manejo ex situ (conservación fuera de su distribución natural), como semilla o colección viva, para eventualmente hacer restauración, entre otros”.

“En un escenario ideal, para un plazo de 10 años, las especies arbóreas endémicas de Chile continental e insular experimentan una disminución en su riesgo de extinción y en las amenazas que enfrentan, mientras que sus hábitats se mantienen conservados. Para llegar a ello, en este taller, se plantearon 9 objetivos y 70 acciones, que se verán plasmadas en un documento, junto a varias conclusiones importantes”, plantea.

Del mismo modo, Cristian Echeverría Leal, director del Laboratorio de Ecología de Paisaje de la Universidad de Concepción, indica que “el taller nos da un impulso para avanzar a grandes pasos en la planificación de la conservación de estas especies. El reunir a varios especialistas, actores e instituciones en esta actividad permite lograr compromisos, por un lado y también dar una visión y un plan de acción que pueda atender no solamente una, sino que, a las 40 especies, tanto insulares, como en el continente”.

“En el sentido de la urgencia que requiere la conservación y la permanencia en el tiempo de las especies que están amenazadas, la Universidad de Concepción, como anfitrión de este taller, ha dado pasos significativos en la comprensión de este mundo complejo, que requiere de acciones precisas, pero también a largo plazo”, manifiesta el académico.

Endemismo
Noelia Álvarez de Román, gerente de Proyectos de Conservación de Plantas para la región de América Latina y Caribe, de BGCI, subraya el enfoque participativo e inclusivo del taller: “hemos involucrado a varios actores de diferentes instituciones gubernamentales, academia, ONGs, incluidos aquellos que viven cercanos a la distribución de las especies. Ellos han identificado las amenazas a las que se enfrentan estos árboles y a partir de ahí se han creado una visión y una meta relacionadas con lo que les gustaría que ocurriera con la situación de estas especies en un plazo de diez años. A partir de esta meta se van a crear unos objetivos y acciones que puedan ser implementados por las personas e instituciones que son parte de este taller”.

Adelanta que parte del compromiso para la conservación de estas especies, pasa por la idea de la gobernanza. “Cuando este plan esté publicado, habrá un equipo de gobernanza que va a comprometerse a llevar a cabo y a monitorear estas acciones; pretendemos también que el plan sea adoptado y utilizado por las instituciones. Sabemos que la conservación es algo complejo, pero si existen acciones coordinadas entre todos los actores, sin duda que vamos a dar los primeros pasos”, comenta la investigadora.

Añade que “en relación a toda Latinoamérica, el número de especies nativas de Chile no es grande. Son 146 especies nativas de árboles, pero el endemismo es de 75 especies. Estamos hablando que más del 50% de las especies de árboles en Chile son endémicos. Y además, el nivel de amenaza que presentan es más del 33%; es decir, 49 especies que pueden desaparecer en los próximos años”.

Al analizar las amenazas de estas especies a nivel de localidad, en el archipiélago de Juan Fernández las mayores amenazas se derivan de la existencia de especies exóticas invasoras de fauna y flora y también los incendios forestales. Para la zona centro de Chile, en la que también hay especies amenazadas, el problema es el cambio de uso de suelo por expansión urbana por poblamientos o zonas poblacionales que se construyen y también los incendios forestales. Y a nivel sur, se suma la afectación por plantaciones forestales no nativas.

Archipiélago de Juan Fernández
Cabila Manríquez Angulo vive en el Archipiélago de Juan Fernández y trabaja en la coordinación de proyectos para ONG Oikonos. Comenta que el grado de endemismo en el territorio insular es mayor que en las Islas Galápagos o en Hawái, “que son ejemplos en grado de endemismo de especies de flora o fauna. El archipiélago de Juan Fernández tiene mayor endemismo, pero al ser un archipiélago está súper propenso también a que estas poblaciones únicas, sean mucho más vulnerables a algún efecto tanto producido por el ser humano o por el ingreso de especies al territorio”.

“La densidad de especies endémicas por metro cuadrado es la más alta a nivel mundial”, dice en sentido similar Solange Urbosti González, oriunda de Juan Fernández y coordinadora de proyectos de la ONG internacional Island Conservation. “Por tanto, tenemos un valor ahí en cuanto al número”, recalca, pero “sin embargo, cualquier cosa que suceda ahí va a afectar de manera general todo. Entonces, la realidad versus las amenazas hace que todas estas especies hoy en día estén en peligro crítico de extinción. Dos de ellas, son la Dendroseris gigantea y la Dendroseris neriifolia; de la última existe solamente un individuo en estado natural, justo en una quebrada, lo que hace que muy complejo el acceso a la zona para las labores de monitoreo y colecta de semillas de la especie”, argumenta.

Si bien el número de árboles nativos es menor en relación a los países vecinos, Chile es considerado dentro de los 35 hotspot de biodiversidad, ya que contiene la mayor parte del bosque templado de América del Sur. Por esto, nuestro país tiene una consideración muy importante para llevar a cabo acciones de conservación con el fin de evitar que ninguna de las especies amenazadas y únicas en el mundo se extinga.