Hyvolution 2024: “La automatización de la energía es clave para el desarrollo del hidrógeno verde”
Uno de los desafíos planteados apunta a la necesidad de disminuir el costo de la energía para que el hidrógeno verde pueda ser lo más competitivo posible. Ello, con el objetivo de posicionar a Chile y a la región como los principales productores y exportadores de este recurso a nivel mundial.
Con miras hacia la transformación de Chile en materia de desarrollo energético, poniendo en el centro la sustentabilidad, el hidrógeno verde aparece como una alternativa altamente prometedora.
Esto, a través de la puesta en marcha de ambiciosos proyectos que ya están comenzando a ver la luz. Pero ¿qué rol juega la electricidad en el desarrollo de la industria del H2V? Esto fue parte de la temática abordada por Hyvolution 2024, evento en el cual se abordó la importancia de reducir el costo energético con el fin de que Chile y el resto de Latinoamérica lideren la carrera por la producción y exportación del hidrógeno verde.
Chile y su potencial en energías renovables
Schneider Electric, líder en la transformación digital de la gestión de la energía y la automatización, y considerada como la empresa más sostenible del mundo por la revista Time y Statista por su trabajo para reducir sus propias emisiones y por el compromiso para ayudar a sus clientes a ser más eficientes energéticamente y reducir sus emisiones, estuvo presente en este evento que contó con más de 4 mil asistentes, en esta esta segunda edición, organizada por Fisa, Hyvolution 2024, y que reunió a más de 95 empresas que presentaron una amplia gama de innovaciones en energía y movilidad sustentable, además de paneles de conversación con expertos de Chile y el mundo.
En el encuentro los expertos coincidieron en que el costo de la electricidad en las operaciones es fundamental para el desarrollo de la industria del H2V. Según Noemí Mena, Digital Energy Division Manager para Chile, Perú y Bolivia de Schneider Electric, “el costo de la energía, que es el 70% del valor del costo de fabricación del hidrógeno, se debe disminuir al máximo para hacer que este recurso sea lo más competitivo posible, en tanto la automatización juega un rol fundamental en este proceso para que la planta sea hipereficiente. En este sentido, la tecnología (como los gemelos digitales) puede ayudar a reducir los riesgos financieros y la incertidumbre, permitiendo ajustes en tiempo real y mejorando la eficiencia”.
En opinión de Víctor Paredes, Power System Director South Andean Cluster de Schneider Electric, el foco de las compañías que participan en la industria del H2V es la electricidad 4.0, “que es la electrificación más digitalización para hacer más eficiente el manejo de la energía. Automatizar los procesos en las plantas eólicas y solares es clave para impulsar la industria del hidrógeno verde en la región”.
En este orden de ideas, el experto agregó que “Latinoamérica está creciendo a pasos agigantados en la generación de energías no convencionales. En el caso de Chile, nuestro país lidera el ranking con más del 40%, lo que nos impone un gran compromiso”.
Financiamiento y desafíos
Chile cuenta con una combinación de factores que lo hacen especialmente atractivo para esta industria, y que, por cierto, incentivaría la inversión extranjera para la generación de energía solar y eólica, que son fundamentales para producir hidrógeno verde de manera limpia y sostenible. No obstante, nuestra localización geográfica estratégica también es un factor determinante, lo que facilita el transporte y la exportación de hidrógeno verde a mercados clave de Asia y Europa.
Asimismo, con el respaldo de un préstamo del Banco Mundial de $150 millones y la auspiciosa proyección que rodea a la industria del hidrógeno verde, Chile podría alcanzar un valor de $9 mil millones para 2030, posicionándose como líder global en el desarrollo de esta tecnología, según datos del mismo organismo.
Para finalizar, los expertos coincidieron en que la transición hacia un futuro sostenible requiere la colaboración activa de gobiernos, empresas, científicos y ciudadanos comprometidos con un objetivo común: proteger nuestro planeta para las futuras generaciones. Latinoamérica, por cierto, se encuentra en el camino correcto para transitar hacia esta aspiración, cuyos territorios prometen altas proyecciones para avanzar hacia un mundo más limpio.
Con miras hacia la transformación de Chile en materia de desarrollo energético, poniendo en el centro la sustentabilidad, el hidrógeno verde aparece como una alternativa altamente prometedora.
Esto, a través de la puesta en marcha de ambiciosos proyectos que ya están comenzando a ver la luz. Pero ¿qué rol juega la electricidad en el desarrollo de la industria del H2V? Esto fue parte de la temática abordada por Hyvolution 2024, evento en el cual se abordó la importancia de reducir el costo energético con el fin de que Chile y el resto de Latinoamérica lideren la carrera por la producción y exportación del hidrógeno verde.
Chile y su potencial en energías renovables
Schneider Electric, líder en la transformación digital de la gestión de la energía y la automatización, y considerada como la empresa más sostenible del mundo por la revista Time y Statista por su trabajo para reducir sus propias emisiones y por el compromiso para ayudar a sus clientes a ser más eficientes energéticamente y reducir sus emisiones, estuvo presente en este evento que contó con más de 4 mil asistentes, en esta esta segunda edición, organizada por Fisa, Hyvolution 2024, y que reunió a más de 95 empresas que presentaron una amplia gama de innovaciones en energía y movilidad sustentable, además de paneles de conversación con expertos de Chile y el mundo.
En el encuentro los expertos coincidieron en que el costo de la electricidad en las operaciones es fundamental para el desarrollo de la industria del H2V. Según Noemí Mena, Digital Energy Division Manager para Chile, Perú y Bolivia de Schneider Electric, “el costo de la energía, que es el 70% del valor del costo de fabricación del hidrógeno, se debe disminuir al máximo para hacer que este recurso sea lo más competitivo posible, en tanto la automatización juega un rol fundamental en este proceso para que la planta sea hipereficiente. En este sentido, la tecnología (como los gemelos digitales) puede ayudar a reducir los riesgos financieros y la incertidumbre, permitiendo ajustes en tiempo real y mejorando la eficiencia”.
En opinión de Víctor Paredes, Power System Director South Andean Cluster de Schneider Electric, el foco de las compañías que participan en la industria del H2V es la electricidad 4.0, “que es la electrificación más digitalización para hacer más eficiente el manejo de la energía. Automatizar los procesos en las plantas eólicas y solares es clave para impulsar la industria del hidrógeno verde en la región”.
En este orden de ideas, el experto agregó que “Latinoamérica está creciendo a pasos agigantados en la generación de energías no convencionales. En el caso de Chile, nuestro país lidera el ranking con más del 40%, lo que nos impone un gran compromiso”.
Financiamiento y desafíos
Chile cuenta con una combinación de factores que lo hacen especialmente atractivo para esta industria, y que, por cierto, incentivaría la inversión extranjera para la generación de energía solar y eólica, que son fundamentales para producir hidrógeno verde de manera limpia y sostenible. No obstante, nuestra localización geográfica estratégica también es un factor determinante, lo que facilita el transporte y la exportación de hidrógeno verde a mercados clave de Asia y Europa.
Asimismo, con el respaldo de un préstamo del Banco Mundial de $150 millones y la auspiciosa proyección que rodea a la industria del hidrógeno verde, Chile podría alcanzar un valor de $9 mil millones para 2030, posicionándose como líder global en el desarrollo de esta tecnología, según datos del mismo organismo.
Para finalizar, los expertos coincidieron en que la transición hacia un futuro sostenible requiere la colaboración activa de gobiernos, empresas, científicos y ciudadanos comprometidos con un objetivo común: proteger nuestro planeta para las futuras generaciones. Latinoamérica, por cierto, se encuentra en el camino correcto para transitar hacia esta aspiración, cuyos territorios prometen altas proyecciones para avanzar hacia un mundo más limpio.