Opinión: “Ley Chao Bolsas Plásticas” a seis años de su implementación” por Carolina Villegas Vallejos, Investigadora de Laben Chile USACH
En julio de 2018, Chile dio un paso significativo en el camino hacia la sostenibilidad con la promulgación de la Ley 21.100 “Chao Bolsas Plásticas”. Esta legislación, que prohibió la entrega de bolsas plásticas en el comercio, se ha convertido en un referente en la región y ha mostrado resultados concretos en la reducción del uso de plástico desechable. A seis años de su implementación, es momento de reflexionar sobre su impacto y los desafíos que aún enfrentamos.
Un análisis detallado de los datos revela que la disponibilidad de envases vacíos de bolsas plásticas alcanzó su punto máximo en 2017, con 117.000 toneladas. Para el año 2022, esta cifra había disminuido en un 56%, reduciéndose a 49.605 toneladas según cifras entregadas por la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (ANIR). Estos números demuestran claramente que la normativa ha tenido un efecto positivo en la disminución del material plástico en el mercado.
A pesar de estos avances, todavía queda mucho por hacer. Según un artículo publicado en País Circular, aún se comercializan bolsas plásticas en ciertas áreas del país, lo que indica una necesidad de mayor fiscalización y educación para asegurar el cumplimiento de la ley.
Además, el reemplazo de bolsas plásticas por alternativas biodegradables o reutilizables debe ser evaluado cuidadosamente para evitar simplemente trasladar el problema a otro material.
El impacto de la Ley Chao Bolsas no se limita a la reducción de residuos plásticos. También ha generado un cambio cultural significativo. Los consumidores chilenos están cada vez más conscientes de la importancia de reducir el uso de plásticos de un solo uso y están adoptando hábitos más sostenibles, como llevar sus propias bolsas reutilizables al realizar tus compras.
Este cambio de mentalidad es crucial para el éxito a largo plazo de cualquier política ambiental, generando un cambio de conducta que trasciende todas las personalidades, profesiones y edades.
Es fundamental reconocer que la lucha contra la contaminación por residuos, particularmente plásticos no termina con la prohibición de las bolsas. Necesitamos una estrategia integral que incluya la reducción de otros plásticos de un solo uso, el fomento del reciclaje y la promoción de la economía circular. En este contexto, la plataforma web “Guía Recicla”, desarrollado por investigadores de Laben Chile de la Usach junto con el Ministerio del Medio Ambiente, la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (ANIR), Circula el Plástico (Fundación Chile) y Vínculo Verde, es una herramienta invaluable.
Esta guía proporciona pautas claras para diseñar envases plásticos que mejoren la distribución de productos y la gestión de residuos, permitiendo a los usuarios elegir materiales adecuados según sus necesidades y capacidades regionales de gestión y valorización. La innovación en envases y embalajes juega un papel clave en este proceso, ofreciendo soluciones más sostenibles que minimicen el impacto ambiental sin sacrificar la funcionalidad.
En conclusión, la Ley “Chao Bolsas Plásticas” ha provocado un cambio significativo en la reducción de residuos plásticos en Chile y ha servido como un modelo a seguir para otros países. Sin embargo, debemos continuar trabajando para asegurar su implementación efectiva y abordar los desafíos restantes. Solo a través de un compromiso continuo y una colaboración entre el gobierno, las empresas y los consumidores podremos avanzar hacia un futuro verdaderamente sostenible.
Y recuerde, ¡lleve su bolsa!
El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador. Sustentable sólo se limita reproducirlo.
Un análisis detallado de los datos revela que la disponibilidad de envases vacíos de bolsas plásticas alcanzó su punto máximo en 2017, con 117.000 toneladas. Para el año 2022, esta cifra había disminuido en un 56%, reduciéndose a 49.605 toneladas según cifras entregadas por la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (ANIR). Estos números demuestran claramente que la normativa ha tenido un efecto positivo en la disminución del material plástico en el mercado.
A pesar de estos avances, todavía queda mucho por hacer. Según un artículo publicado en País Circular, aún se comercializan bolsas plásticas en ciertas áreas del país, lo que indica una necesidad de mayor fiscalización y educación para asegurar el cumplimiento de la ley.
Además, el reemplazo de bolsas plásticas por alternativas biodegradables o reutilizables debe ser evaluado cuidadosamente para evitar simplemente trasladar el problema a otro material.
El impacto de la Ley Chao Bolsas no se limita a la reducción de residuos plásticos. También ha generado un cambio cultural significativo. Los consumidores chilenos están cada vez más conscientes de la importancia de reducir el uso de plásticos de un solo uso y están adoptando hábitos más sostenibles, como llevar sus propias bolsas reutilizables al realizar tus compras.
Este cambio de mentalidad es crucial para el éxito a largo plazo de cualquier política ambiental, generando un cambio de conducta que trasciende todas las personalidades, profesiones y edades.
Es fundamental reconocer que la lucha contra la contaminación por residuos, particularmente plásticos no termina con la prohibición de las bolsas. Necesitamos una estrategia integral que incluya la reducción de otros plásticos de un solo uso, el fomento del reciclaje y la promoción de la economía circular. En este contexto, la plataforma web “Guía Recicla”, desarrollado por investigadores de Laben Chile de la Usach junto con el Ministerio del Medio Ambiente, la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (ANIR), Circula el Plástico (Fundación Chile) y Vínculo Verde, es una herramienta invaluable.
Esta guía proporciona pautas claras para diseñar envases plásticos que mejoren la distribución de productos y la gestión de residuos, permitiendo a los usuarios elegir materiales adecuados según sus necesidades y capacidades regionales de gestión y valorización. La innovación en envases y embalajes juega un papel clave en este proceso, ofreciendo soluciones más sostenibles que minimicen el impacto ambiental sin sacrificar la funcionalidad.
En conclusión, la Ley “Chao Bolsas Plásticas” ha provocado un cambio significativo en la reducción de residuos plásticos en Chile y ha servido como un modelo a seguir para otros países. Sin embargo, debemos continuar trabajando para asegurar su implementación efectiva y abordar los desafíos restantes. Solo a través de un compromiso continuo y una colaboración entre el gobierno, las empresas y los consumidores podremos avanzar hacia un futuro verdaderamente sostenible.
Y recuerde, ¡lleve su bolsa!
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