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Bzero: gestión integral de residuos y “camino a basura cero” para grandes proyectos urbanos

Presente en edificios corporativos, centros comerciales (como Mercado Urbano Tobalaba), centros de salud y otros, Bzero promueve acciones para disminuir la cantidad de residuos que terminan en rellenos sanitarios. Los ejes para lograr esta meta son cuatro: infraestructura y visibilidad de los residuos; operación y manejo clasificado de los mismos; educación y cultura; y trazabilidad y creación de datos. Actualmente tienen proyectos en dos millones de metros cuadrados de desarrollo, dentro de los cuales una porción corresponde al programa “Camino a Basura Cero”, que busca reducir al máximo los residuos generados.

Cuando aún se realizaban las excavaciones del proyecto Mercado Urbano Tobalaba (MUT), Ignacio Ovalle fue contactado en esa fase temprana para preguntarle qué alternativa manejaban para la valorización de residuos orgánicos del futuro mercado. Por aquel entonces, Ovalle tenía una experiencia de desarrollo de proyectos de biogás, por lo que planificó la implementación de un biodigestor para abordar esa problemática.

Mientras le daba forma conceptual a la propuesta, comenzaron a idear un plan un poco más integral, en que cada material valorizable -no sólo residuos orgánicos- fuese destinado a plantas de valorización, y que en el caso de los orgánicos fueran capaces de ser incorporados a biodigestión. En 2017, ya en funcionamiento como la empresa Bzero, fueron un paso más allá: se plantearon si un centro comercial podía no destinar ningún residuo a relleno sanitario. Esa es la base del modelo de esta empresa.

“Planteamos un sistema de trabajo, que contemplaba infraestructura, operación y cultura, y lo desarrollamos de manera conceptual. A poco andar salimos a buscar otros proyectos que estuvieran en una fase más avanzada y empezamos a aplicar lo conceptual para el MUT”, explica Ignacio Ovalle, gerente general de Bzero.

Actualmente Bzero se encuentra presente en 80 proyectos de los más variados rubros (financiero, centros comerciales, corporativos, centros de salud) y hay varios en planes de integración. Suman más de dos millones de metros cuadrados en proyectos desarrollados, buena parte de ellos -y más específicamente los últimos- basados en el programa “Camino a Basura Cero”, de la misma empresa. Y dicen “camino a basura cero”, porque Ovalle cree que es difícil aspirar a ese objetivo tan ambicioso, pero que sí se puede trazar una ruta.

“Hoy en realidad existen muchas brechas: de los materiales que ingresan no son todos fácilmente gestionables, hay brechas culturales en las comunidades, hay capacidades de tratamiento de materiales limitadas en la industria del reciclaje, etcétera. Existen brechas que no nos permiten llegar a un cero absoluto. Por eso nuestro programa es ‘camino a basura cero’”.

Si bien los criterios de diseño de la empresa actualmente están alineados 100 por ciento con “Camino a Basura Cero”, no todos los proyectos en que Bzero está involucrado están regidos bajo este parámetro. También existe la experiencia en desarrollo de gestión de residuos y tramitación de permisos sanitarios.

“Hoy en realidad existen muchas brechas: de los materiales que ingresan no son todos fácilmente gestionables, hay brechas culturales en las comunidades, hay capacidades de tratamiento de materiales limitadas en la industria del reciclaje, etcétera. Existen brechas que no nos permiten llegar a un cero absoluto”, puntualizó Ignacio Ovalle, gerente general de Bzero.

Los cuatro ejes del modelo de Bzero
Si bien desde su creación Bzero ha estado involucrado tantos en proyectos en etapa temprana (es decir, desde el diseño mismo del inmueble) hasta proyectos ya consolidados, el modelo, asegura Ignacio Ovalle, es el mismo. La única diferencia, aclara, es que “cuando uno aborda un proyecto desde una etapa más temprana tiene una oportunidad de involucrar de mejor manera al cliente y a la futura comunidad que recibe un inmueble. En el fondo, hay más tiempo para planificar”. De todas maneras, en proyectos consolidados, “también está demostrado que se pueden hacer cambios bien profundos, siendo creativos y adaptándonos a la arquitectura existente”, resalta el emprendedor.

El modelo de Bzero tiene cuatro ejes bien definidos. El primero, a juicio de Ovalle, busca revertir esa lógica de que los residuos se deben esconder. “Hemos visto que los residuos se tratan de mala manera, sin visibilidad, y nosotros nos proponemos transformar eso. Creemos que los residuos existen y que son parte de la vida de las personas. Tenemos que convivir con ellos para mejorar esa realidad, y por eso ponemos énfasis en la visibilidad y en la transparencia del manejo del material. Esa la única plataforma que nos va a permitir gestionar los residuos de una mejor manera”, dice el gerente general de Bzero. Obviamente, agrega, “esto es un desafío desde el punto de vista del diseño, nos exige que las soluciones vayan más allá de un simple basurero, implica diseño industrial, arte, pensado hacia los distintos materiales que deben clasificarse”.

El segundo punto clave del modelo Bzero es el operacional. “Todos los materiales recuperados desde el origen y de manera segregada deben gestionarse de manera igualmente segregada a los distintos puntos de acopio desde un inmueble, manteniendo la transparencia y gestionando cada uno de los materiales de acuerdo a su naturaleza. El manejo clasificado en forma visible es un pilar clave”, comenta Ignacio Ovalle.

El tercer eje en que se articula el modelo es muy relevante, ya que, según Ovalle, “se cree que la cultura es muy difícil de incorporar” en este tipo de instancias. Por el contrario, para Bzero, existe la noción de que “la cultura es difícil de incorporar cuando no existen servicios bien definidos ni servicios declarados. No es posible tratar de transformar a las personas en agentes de cambio si no existe un servicio claro”. Para revertir esa tendencia, Bzero incorpora la cultura y educación ambiental luego de que el sistema de gestión de residuos está bien consolidado dentro del proyecto.

Como cuarto punto irreductible en el modelo Bzero, Ovalle sindica a la trazabilidad y a la creación de datos en tiempo y forma, ya que estos dos elementos “permiten generar incentivos sobre el usuario, en términos de costos, para ver cuánto le conviene disponer los residuos de manera correcta y segregada”.

Ovalle se apura en aclarar que el objetivo de Bzero no es netamente optar por el reciclaje, sino la disminución de residuos que terminan en rellenos sanitarios. Por ello, dentro de la propuesta de valor de Bzero hay pasos anteriores al reciclaje. “La industria está muy focalizada en el reciclaje. Si reciclo más, es mejor, esa es la lógica que prima. Compartimos la intención, pero nuestro objetivo no es reciclar más, es disminuir los residuos que terminan en rellenos sanitarios: a través de la reutilización, la minimización de materiales. Podríamos decir que el reciclaje es la alternativa menos mala. Es la alternativa más directa, pero hay mucho material que no se puede reciclar”.