El 76% de los chilenos reconoce que la crisis climática le genera ansiedad
Las personas sienten que una parte importante de las acciones para cuidar nuestro entorno recae sobre ellos (71% de los encuestados) y les gustaría tener más ayuda desde el sector privado: un 89% cree que las empresas deberían tener un rol protagónico en el cuidado del medio ambiente.
Cambio climático, cuidado del medio ambiente y desperdicio de comida son tópicos cada vez más recurrentes en la sociedad y que toman un lugar protagónico.
Las personas le atribuyen valor al cuidado de la naturaleza y lo importante que es para ellos poder hacer algo frente a la crisis climática que hoy vivimos. Un 82% sostiene que le gustaría hacer más para proteger el medio ambiente, mientras que un 76% de la muestra dice sentir preocupación y/o ansiedad por las noticias sobre la crisis climática.
Así lo reveló el estudio el estudio de opinión pública “Voces contra el desperdicio de alimentos”, elaborado por Cheaf y La Vulca, que busca profundizar sobre la comprensión de este problema en nuestra sociedad, así como en las posibles soluciones al enorme dilema que significa la pérdida y desperdicio de alimentos en Chile y el mundo.
“Una reflexión que hacemos frente a los hallazgos de este estudio es que las personas sienten que una parte importante de las acciones para cuidar nuestro entorno recae sobre ellos (71% de los encuestados) y les gustaría tener más ayuda desde el sector privado.
En efecto, un 89% cree que las empresas deberían tener un rol protagónico en el cuidado del medio ambiente y 77% declara sentirse más a gusto comprando a empresas que son responsables medioambiental y socialmente. Esto les entrega a las empresas proactivas en la materia una verdadera ventaja competitiva”, expresa Kim Durand, cofundador y CEO de Cheaf.
Las concepciones sobre el desperdicio de alimentos
Un 87% de los habitantes del país considera que el desperdicio de alimentos es un gran problema, mientras que un 90% asegura que, a nivel personal, le molesta que se produzca esta pérdida.
La encuesta no sólo revela la sensación de molestia y preocupación que produce el desperdicio de alimentos entre las personas, sino que también arroja luces respecto de quiénes, a juicio de los encuestados, serían los responsables de este problema y quienes deben hacerse cargo de sus soluciones.
Un 92% de los encuestados, considera que los supermercados y otras tiendas deberían tomar medidas para evitar el desperdicio de comida; mientras que un 90% cree que los productores de alimentos también deberían buscar formas para frenar el problema.
Respecto de los actores que más desperdician alimentos, las personas consideran que en primer lugar se ubican los supermercados y comercializadoras de alimentos (76%), seguidos por los locales de comida y restaurantes (73%), las empresas fabricantes de alimentos (70%), los productores de alimentos (40%) y, por último, los hogares o individuos (38%).
“El estudio da cuenta de que las personas tienen una alta sensibilidad con este tema y, que pese a que el desperdicio de alimentos se tiende a mostrar como un problema exclusivamente domiciliario, tienen consciencia de que no son ellos los principales causantes de este fenómeno”, explica Kim Durand.
En efecto, el estudio revela que a las personas les duele botar alimentos, ya sea por consideraciones medioambientales o de economía familiar. Al ser consultados sobre “qué es lo que más te molesta de botar comida”, la primera respuesta es que pudo servir a otra persona (68%); la segunda es culpa (59%), seguido por el impacto que tiene en el medio ambiente el desperdicio de alimentos y la pérdida de dinero que significa botar alimentos (ambas con 51% de las menciones).
Responsables del cambio
Las personas consultadas tienen, además, una visión clara sobre quiénes debieran ser los responsables de generar el cambio en esta materia: el 60% de las personas mencionó entre las primeras tres preferencias al gobierno, seguido por los parlamentarios (52%), las instituciones públicas (46%), empresas fabricantes de alimentos (34%) y, en quinto lugar, los supermercados y comercializadoras de alimentos (30%).
El estudio demuestra que las personas hacen de todo en sus hogares para reducir la pérdida de alimentos y esperan lo mismo de los comercios y autoridades.
“Las personas entienden que quien debe empujar estos cambios es el Estado y que el sector privado tiene que tomar esa posta y empezar a avanzar en medidas, iniciativas y generar los mecanismos que permitan reducir y, eventualmente, eliminar el desperdicio de alimentos de sus operaciones”, reflexiona el cofundador de Cheaf.
Es por eso que el concepto de rescatar alimentos genera una importante adhesión entre los entrevistados: un 85% de la muestra declara estar interesado por este movimiento, siendo la idea de “ahorrar en alimentos” la primera mención, con 60%, seguido por “ser parte de la solución a esta problemática” y “el efecto positivo en el medio ambiente”, ambas con 57% de las menciones.
Para concluir, la encuesta revela que el 87% de las personas le ‘gustaría que todos los comercios tengan una opción de rescate de alimentos’, mientras que el 79% asegura que ‘si un supermercado le ofreciera esta alternativa de compra lo preferiría frente a uno que no lo hace’.
Cambio climático, cuidado del medio ambiente y desperdicio de comida son tópicos cada vez más recurrentes en la sociedad y que toman un lugar protagónico.
Las personas le atribuyen valor al cuidado de la naturaleza y lo importante que es para ellos poder hacer algo frente a la crisis climática que hoy vivimos. Un 82% sostiene que le gustaría hacer más para proteger el medio ambiente, mientras que un 76% de la muestra dice sentir preocupación y/o ansiedad por las noticias sobre la crisis climática.
Así lo reveló el estudio el estudio de opinión pública “Voces contra el desperdicio de alimentos”, elaborado por Cheaf y La Vulca, que busca profundizar sobre la comprensión de este problema en nuestra sociedad, así como en las posibles soluciones al enorme dilema que significa la pérdida y desperdicio de alimentos en Chile y el mundo.
“Una reflexión que hacemos frente a los hallazgos de este estudio es que las personas sienten que una parte importante de las acciones para cuidar nuestro entorno recae sobre ellos (71% de los encuestados) y les gustaría tener más ayuda desde el sector privado.
En efecto, un 89% cree que las empresas deberían tener un rol protagónico en el cuidado del medio ambiente y 77% declara sentirse más a gusto comprando a empresas que son responsables medioambiental y socialmente. Esto les entrega a las empresas proactivas en la materia una verdadera ventaja competitiva”, expresa Kim Durand, cofundador y CEO de Cheaf.
Las concepciones sobre el desperdicio de alimentos
Un 87% de los habitantes del país considera que el desperdicio de alimentos es un gran problema, mientras que un 90% asegura que, a nivel personal, le molesta que se produzca esta pérdida.
La encuesta no sólo revela la sensación de molestia y preocupación que produce el desperdicio de alimentos entre las personas, sino que también arroja luces respecto de quiénes, a juicio de los encuestados, serían los responsables de este problema y quienes deben hacerse cargo de sus soluciones.
Un 92% de los encuestados, considera que los supermercados y otras tiendas deberían tomar medidas para evitar el desperdicio de comida; mientras que un 90% cree que los productores de alimentos también deberían buscar formas para frenar el problema.
Respecto de los actores que más desperdician alimentos, las personas consideran que en primer lugar se ubican los supermercados y comercializadoras de alimentos (76%), seguidos por los locales de comida y restaurantes (73%), las empresas fabricantes de alimentos (70%), los productores de alimentos (40%) y, por último, los hogares o individuos (38%).
“El estudio da cuenta de que las personas tienen una alta sensibilidad con este tema y, que pese a que el desperdicio de alimentos se tiende a mostrar como un problema exclusivamente domiciliario, tienen consciencia de que no son ellos los principales causantes de este fenómeno”, explica Kim Durand.
En efecto, el estudio revela que a las personas les duele botar alimentos, ya sea por consideraciones medioambientales o de economía familiar. Al ser consultados sobre “qué es lo que más te molesta de botar comida”, la primera respuesta es que pudo servir a otra persona (68%); la segunda es culpa (59%), seguido por el impacto que tiene en el medio ambiente el desperdicio de alimentos y la pérdida de dinero que significa botar alimentos (ambas con 51% de las menciones).
Responsables del cambio
Las personas consultadas tienen, además, una visión clara sobre quiénes debieran ser los responsables de generar el cambio en esta materia: el 60% de las personas mencionó entre las primeras tres preferencias al gobierno, seguido por los parlamentarios (52%), las instituciones públicas (46%), empresas fabricantes de alimentos (34%) y, en quinto lugar, los supermercados y comercializadoras de alimentos (30%).
El estudio demuestra que las personas hacen de todo en sus hogares para reducir la pérdida de alimentos y esperan lo mismo de los comercios y autoridades.
“Las personas entienden que quien debe empujar estos cambios es el Estado y que el sector privado tiene que tomar esa posta y empezar a avanzar en medidas, iniciativas y generar los mecanismos que permitan reducir y, eventualmente, eliminar el desperdicio de alimentos de sus operaciones”, reflexiona el cofundador de Cheaf.
Es por eso que el concepto de rescatar alimentos genera una importante adhesión entre los entrevistados: un 85% de la muestra declara estar interesado por este movimiento, siendo la idea de “ahorrar en alimentos” la primera mención, con 60%, seguido por “ser parte de la solución a esta problemática” y “el efecto positivo en el medio ambiente”, ambas con 57% de las menciones.
Para concluir, la encuesta revela que el 87% de las personas le ‘gustaría que todos los comercios tengan una opción de rescate de alimentos’, mientras que el 79% asegura que ‘si un supermercado le ofreciera esta alternativa de compra lo preferiría frente a uno que no lo hace’.
