Renca y Chena: proyectos buscan regenerar las condiciones naturales de cerros isla en Santiago
Crear zanjas de infiltración de agua para que el cerro Chena recupere su capacidad de rellenar el acuífero del Gran Santiago, o plantar bosques nativos de rápido crecimiento son algunos de los métodos que se están utilizando para recuperar la naturaleza en los cerros isla.
Chile es un país con una geografía particular y la zona central del país, que se posa entre dos cordilleras, tiene en medio de sus valles varios cerros isla, que muchas veces quedan insertados en medio de las ciudades ofreciendo pequeños pulmones naturales en la urbanización.
Sólo en la ciudad de Santiago existe una veintena de cerros isla, aunque algunos están en estado de deterioro. Ahora, dos proyectos buscan restaurar las condiciones naturales de dos cerros en la ciudad: el cerro Renca y el cerro Chena. Y esto no solo por la belleza escénica sino para recuperar funciones que entregaba la naturaleza, como la retención de agua.
Cerro Chena
Ubicado en la comuna de San Bernardo, el cerro Chena se proyecta como un nuevo parque metropolitano, al estilo del Cerro San Cristóbal, para la zona sur de Santiago. Esto a través de un proyecto presentado hace casi una década y que volvió a retomar el Gobierno Regional en abril de 2024, proyectando que termine sus obras en dos años.
Sin embargo, el cerro sufre las consecuencias de la sequía, la deforestación y la erosión, por lo que perdió en gran parte su capacidad de capturar agua cuando llueve o hay humedad y recargar el acuífero del Gran Santiago, que sirve de fuente de agua para los meses más secos.
Restaurar esa capacidad es el objetivo de otro proyecto del Gobierno Regional y la Fundación Chile. Para lograrlo, están construyendo obras basadas en la naturaleza como zanjas de infiltración o terrazas captadoras de agua en una superficie de 3 hectáreas en el sector de La Virgen.
Según explican desde Symbiótica, la empresa que realiza la intervención, estas obras naturales no solo permiten que se mantenga la humedad, sino que a raíz de eso la vegetación vuelva al lugar y se establezca de mejor manera. Una vez terminadas las obras, plantarán semillas para que puedan brotar a raíz de las nuevas condiciones de humedad.
Cerro Renca
En la comuna del mismo nombre, este cerro también está en proceso de convertirse en un nuevo parque metropolitano con senderos y zonas de descanso.
Para acompañar este proceso con una naturaleza regenerada en el cerro, la iniciativa Bosko está trabajando en la restauración ecológica de un paño de una hectárea del cerro como proyecto piloto.
Bosko se hizo conocida por plantar micro bosques nativos con la técnica japonesa Miyawaki, que estudia el suelo y las especies autóctonas que mejor pueden crecer en él, para así crear bosques de crecimiento acelerado y bajo costo de mantenimiento.
Este proyecto buscará testear distintas estrategias de intervención como revegetar con especies de diversa tolerancia a condiciones como la sequía, o implementar obras biológicas y mecánicas. Así, se podrán poner a prueba y conocer cuáles son los mejores métodos para aplicar en el resto del cerro y devolverle su naturaleza.
Chile es un país con una geografía particular y la zona central del país, que se posa entre dos cordilleras, tiene en medio de sus valles varios cerros isla, que muchas veces quedan insertados en medio de las ciudades ofreciendo pequeños pulmones naturales en la urbanización.
Sólo en la ciudad de Santiago existe una veintena de cerros isla, aunque algunos están en estado de deterioro. Ahora, dos proyectos buscan restaurar las condiciones naturales de dos cerros en la ciudad: el cerro Renca y el cerro Chena. Y esto no solo por la belleza escénica sino para recuperar funciones que entregaba la naturaleza, como la retención de agua.
Cerro Chena
Ubicado en la comuna de San Bernardo, el cerro Chena se proyecta como un nuevo parque metropolitano, al estilo del Cerro San Cristóbal, para la zona sur de Santiago. Esto a través de un proyecto presentado hace casi una década y que volvió a retomar el Gobierno Regional en abril de 2024, proyectando que termine sus obras en dos años.
Sin embargo, el cerro sufre las consecuencias de la sequía, la deforestación y la erosión, por lo que perdió en gran parte su capacidad de capturar agua cuando llueve o hay humedad y recargar el acuífero del Gran Santiago, que sirve de fuente de agua para los meses más secos.
Restaurar esa capacidad es el objetivo de otro proyecto del Gobierno Regional y la Fundación Chile. Para lograrlo, están construyendo obras basadas en la naturaleza como zanjas de infiltración o terrazas captadoras de agua en una superficie de 3 hectáreas en el sector de La Virgen.
Según explican desde Symbiótica, la empresa que realiza la intervención, estas obras naturales no solo permiten que se mantenga la humedad, sino que a raíz de eso la vegetación vuelva al lugar y se establezca de mejor manera. Una vez terminadas las obras, plantarán semillas para que puedan brotar a raíz de las nuevas condiciones de humedad.
Cerro Renca
En la comuna del mismo nombre, este cerro también está en proceso de convertirse en un nuevo parque metropolitano con senderos y zonas de descanso.
Para acompañar este proceso con una naturaleza regenerada en el cerro, la iniciativa Bosko está trabajando en la restauración ecológica de un paño de una hectárea del cerro como proyecto piloto.
Bosko se hizo conocida por plantar micro bosques nativos con la técnica japonesa Miyawaki, que estudia el suelo y las especies autóctonas que mejor pueden crecer en él, para así crear bosques de crecimiento acelerado y bajo costo de mantenimiento.
Este proyecto buscará testear distintas estrategias de intervención como revegetar con especies de diversa tolerancia a condiciones como la sequía, o implementar obras biológicas y mecánicas. Así, se podrán poner a prueba y conocer cuáles son los mejores métodos para aplicar en el resto del cerro y devolverle su naturaleza.