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Guardianes del agua y proveedores de diversos servicios ecosistémicos: el potente rol de los humedales en tiempos de crisis climática

Además de proveer agua dulce y agua potable y cumplir otras funciones relacionadas al ciclo hídrico y cambio climático, los humedales también entregan diversos servicios ecosistémicos en biodiversidad, provisión, cultural y regulación de fenómenos naturales, así como mitigadores de la sequía y escasez hídrica.

Como forma de concientizar acerca de la conservación y protección del agua como recurso vital y de derecho humano, el 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, fecha en que además se pone especial atención al estado actual de este recurso y las acciones para promover la gestión sostenible del agua dulce frente a la crisis mundial de escasez, accesibilidad y saneamiento.
De acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO por sus siglas en inglés), el 26% de la población mundial no dispone de agua potable y un 46% de ella no tiene acceso al saneamiento gestionado de forma segura. Esta situación podría empeorar en la medida que se agrave el cambio climático, por lo que hoy se hace urgente no solo concientizar sobre este día, sino que también tomar acciones de cuidado del agua.

En 2024 esta efeméride tiene como tema principal “Agua para la Paz”, promoviendo la importancia de que el agua “es un derecho humano, intrínseco a todos los aspectos de la vida”, y que es necesaria la unión de todos los actores para un futuro más sostenible y próspero. En este sentido, cuidar aquellos ecosistemas que brindan este importante recurso debe ser una consigna presente en el día a día.

La ONU puntualiza que el cambio climático está exacerbando la escasez de agua, así como inundaciones y sequía, ya que “el aumento de la temperatura altera los patrones de las precipitaciones y el ciclo del agua”. Son diversos los peligros relacionados a este elemento y por lo mismo, contar con soluciones basadas en ecosistemas saludables y mejor gestión del agua pueden ayudar en la mitigación del cambio climático, por ejemplo, a través de la conservación sostenible de los humedales, manglares, praderas submarinas e incluso pantanos.
Humedales como reservorios de agua.

Según el Proyecto GEF Humedales Costeros, los humedales son “ecosistemas acuáticos que sostienen una rica biodiversidad y proveen importantes elementos para la vida”, cumplen múltiples funciones en los procesos hidrológicos y ecológicos del entorno. Se trata de un sistema en el que se interrelacionan diferentes seres vivos y solo por contener el recurso hídrico albergan distintos tipos de vida en equilibrio.

“Los humedales son importantes reservorios de agua”, así lo señala también el Ministerio del Medio Ambiente, ya que “proveen de agua dulce y agua potable, además de alimentos y recursos; permiten la recarga de aguas subterráneas; controlan las crecidas del mar, ofreciendo protección ante marejadas y tsunamis; y son importantes reguladores del ciclo hídrico y del clima”. A esto también se agrega que absorben el exceso de agua y de precipitaciones, a través de plantas y microorganismos que albergan.

Al respecto, el coordinador nacional del Proyecto GEF Humedales Costeros, Juan Anjari Lagos, destaca que al ser cuerpos de agua, los humedales aportan diversos servicios ecosistémicos y a las diferentes etapas del ciclo de vida y, con ello, a la sostenibilidad de las especies en el tiempo. Por esto, el profesional añade que “la gestión sustentable de los humedales como fuentes de recurso hídrico y de almacenamiento del recurso hídrico es esencial, pues ellos brindan servicios ecosistémicos que contribuyen a la vida de las comunidades locales y a la biodiversidad (…). La gestión sustentable de los humedales permite y permitirá mantener los servicios ecosistémicos como fuentes de alimentos de la misma agua y de otros recursos naturales”.

Lo anterior, también lo ratifica el Acuerdo de Ramsar que sostiene que “los humedales son los recursos principales de los que se deriva el agua y todos sus beneficios para los seres humanos constituyen un componente decisivo y fundamental del ciclo hidrológico que mantiene nuestro abastecimiento de agua”. Sin embargo, a pesar de esta relevancia, los datos indican que la extensión de los humedales disminuyó entre un 64% y 71% en el Siglo XX y que su pérdida y degradación continua en todo el mundo.

Proveedores de servicios ecosistémicos
A las mencionadas características de los humedales, se suman los distintos servicios ecosistémicos que brindan en la biodiversidad y en el ser humano. Anjari explica que estos son los que “contribuyen a la comprensión de las interdependencias que se dan entre el hombre y estos entornos ecológicos”. Algunos tienen relación a la cultura e identidad, bienestar y salud mental, soporte de los recursos naturales, provisión de agua y también de otros relacionados a la producción comercial, la regulación del clima y la mitigación al cambio climático. Este último es sumamente relevante, ya que los humedales son importantes reservorios de CO2, lo almacenan y fijan. Esto se puede fortalecer con la conservación, restauración y manejo sostenible de los humedales, lo que contribuye a contrarrestar la emisión de gases de efecto invernadero, dado por el secuestro de algunos de estos tipos de gases como el C02, el metano y el óxido nitroso.

Otro de los servicios también indispensables de este ecosistema es el de provisión de agua, tanto para los humanos como los animales, pero no solo como aporte a la alimentación de la flora y fauna, sino que también como reguladores de la salinidad existente en sus cuerpos de agua y como  purificadores de aguas continentales y reservas de agua dulce.

“Los humedales son de gran importancia en la captura de carbono para mitigar el cambio climático, pues son de los ecosistemas del planeta más eficiente en la captura de dióxido de carbono y purificador de la cada vez más escasa agua dulce”, sostiene el director de Fundación Humedales Chile, Sebastián Arredondo Vargas. Este aspecto sin duda se relaciona directamente a la necesidad que tienen las comunidades para contar con un abastecimiento adecuado de agua limpia.

“Clásicamente se reconoce a los humedales como filtradores y esa es una de las características relevantes de un servicio ecosistémico, ya que muchas veces olvidamos que necesitamos un agua de cierta calidad, pues un agua muy salada o contaminada no nos sirve, es un agua que no se puede usar para todo, pero por sobre todas las cosas no se puede usar para la vida, ya sea para consumo, producir alimentos, regar en la agricultura, etc. Los humedales son ecosistemas que como ningún otro hacen ese trabajo, prestan ese servicio ecosistémico, y eso es algo con lo que no podríamos existir”, señala el director ejecutivo del Centro de Humedales Río Cruces (CEHUM) de la Universidad Austral de Chile, Ignacio Rodríguez Jorquera.

La experiencia de un humedal depurador
El Acuerdo de Ramsar no solo ha reconocido que el agua es esencial para mantener las funciones ecológicas de los humedales, sino que también estos son esenciales para el manejo y suministro del agua. Es decir, no puede existir agua de calidad y cantidad adecuada para quienes lo necesiten, sin un manejo adecuado de los humedales.

Por lo mismo, las entidades señaladas han manifestado lo importante que significa contar con propuestas, políticas y proyectos de un manejo sostenible de los humedales. De hecho, una de las iniciativas desarrolladas en el último tiempo por CEHUM son los humedales depuradores. Estos consisten en soluciones basadas en la naturaleza e ingeniería que permite replicar algunos de los servicios ecosistémicos de los humedales, por ejemplo, limpiar, filtrar y distribuir el agua.

Con esta idea de depuración y reutilización se permite un manejo eficiente del recurso hídrico especialmente considerando la escasez hídrica y el cambio climático, fenómenos que han influido en la desaparición o sequía de humedales. “Con estos humedales construidos buscamos acelerar la capacidad depurativa de los humedales y entregar soluciones efectivas. Quiero destacar que hemos puesto a prueba muchos humedales a lo largo del país y es notable cómo pueden depurar el agua, además sabemos que es muy bueno el porcentaje de recuperación de aguas limpias luego de pasar por humedales, en torno al 80%”, detalla Rodríguez.

Uno de los últimos proyectos fue la implementación del primer humedal depurador para el mejoramiento de riles y reutilización de aguas en el sector productivo, lo que permitirá el tratamiento de agua contaminada luego de la producción quesera, así como la protección de los cursos de agua naturales. “Entonces ahí hay una solución que es factible de hacer, barata y que también nos enseña que los humedales naturales hacen ese trabajo constantemente y no necesariamente lo tenemos presente como modelo a replicar”, comenta el director ejecutivo de CEHUM.

Legislación y protección
Sin duda, el resguardo de los servicios ecosistémicos es clave para la conservación y restauración del mismo humedal. Hoy por hoy, los desafíos son múltiples, sobre todo, en contrarrestar las amenazas que existen en la diversidad de humedales a lo largo del país: proyectos inmobiliarios, cambio de uso de suelo, drenaje en las aguas, arrastre de sedimentos, entre otros.

Para ello, se hace imperioso contar con normativa y legislación vigente respecto a la protección de los humedales del territorio nacional. La Ley de Humedales Urbanos Nº 21.202, es el último avance en términos legislativo. Sobre esta, el Ministerio del Medio Ambiente indica que “modifica diversos cuerpos legales con el objetivo de proteger los humedales urbanos, y tiene por objeto regular de manera específica los ecosistemas de humedales dentro de áreas urbanas (humedales total o parcialmente dentro del límite urbano) e introducir en la legislación nacional el concepto de humedales urbanos, en virtud de la gran relevancia que estos ecosistemas tienen para las ciudades, como áreas verdes, espacios para la recreación, control de inundaciones, mitigación al cambio climático, entre otros. Además de dar cuenta de las fuertes amenazas bajo las cuales se encuentran”.

Con esta legislación el organismo estatal busca asegurar el cuidado a estos ecosistemas que se encuentren declarados, entregando a los municipios herramientas concretas que permite proteger a los humedales a través de la elaboración de Ordenanzas Generales y la postergación de permisos de subdivisión predial loteo, urbanización y de construcciones. Además, esta ley establece que los humedales urbanos declarados deben ser incluidos en los Instrumentos de Planificación Territorial como “área de protección de valor natural”.

Y aunque esta ley es un progreso dentro de la conservación de los humedales, no se hace suficiente para aquellos ecosistemas que salen del límite urbano. En 2022 la Comisión del Medio Ambiente aprobó en general un proyecto de ley que crea una Ley de protección de Humedales Rurales, con el fin de resguardar aquellas zonas que se encuentren fuera de los límites urbanos que establece la Ley Nº 21.202, sus características ecológicas, funcionamiento y mantener el régimen hidrológico. Pese a llevar casi dos años desde su ingreso, actualmente no existen avances significativos sobre este proyecto de ley.

Cabe destacar que la protección de los humedales en la normativa nacional tiene su base internacional en el Convenio de Ramsar, suscrito y ratificado por Chile. Asimismo, existen otras legislaciones internacionales como el Convenio sobre la Diversidad Biológica (1994), que ha significado la creación de la Estrategia Nacional de Biodiversidad (2017- 2030) donde se entregan los lineamientos sobre el resguardo y conservación de humedales.

No obstante, la vigencia de normas y leyes para su protección deben ir acompañadas de la participación de múltiples actores (público, privados, académicos, sociedad civil, etc.) para avanzar hacia una gobernanza de gestión sustentable de los humedales, donde a través de políticas tanto nacional, regional y local, sean relevados y considerados cCodexVerde con la importancia e interés de ser ecosistemas que albergan y proveen la vida en el planeta.