NOTICIAS

Opinión: “Los criterios clave de sostenibilidad que permiten enfrentar los desafíos empresariales” por Marcela Bravo, Gerenta General de Acción Empresas

Tenemos un diagnóstico que nos llama a poner un especial foco en: mejorar el desempeño en la detección y procedimientos para casos de discriminación, incorporar en la información financiera los desafíos relacionados al cambio climático, levantar el impacto de la empresa sobre la naturaleza y su dependencia de los servicios ecosistémicos, y medir y reducir el Alcance 3 en materia de carbono neutralidad.

La próxima década ofrece una ventana final de oportunidad para corregir el rumbo de los negocios, según señala la Visión 2050, documento estratégico elaborado por el Consejo Mundial Empresarial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD), organización que Acción Empresas representa en Chile.

En los 24 años que llevamos impulsando la sostenibilidad en el sector privado, hemos constatado que el impacto de un ecosistema empresarial que lidera la transformación en conjunto, es enorme, que la colaboración es imperiosa para enfrentar problemáticas complejas y que con convicción es posible avanzar hacia un desarrollo sostenible.

Ahora cabe preguntarnos, ¿cuál es la velocidad de los cambios que estamos empujando?

Nuestro “Diagnóstico de Sostenibilidad Empresarial (DSE) 2023”, que aplicamos anualmente a nuestras empresas socias, nos da luces de ello. Así, en el último tiempo, hemos observado un aumento de acciones concretas, por ejemplo, en carbono neutralidad y reportabilidad.

En cuanto a este último ítem no sólo se presenta un incremento significativo del número de empresas que publican reportes de sostenibilidad, también hay una mayor cantidad de estos informes alineados a estándares SASB-IR (Integrated Reporting), algo en lo que ha contribuido el creciente interés de inversionistas en el desempeño ESG (ambiental, social y de gobernanza, por sus siglas en inglés), al igual que la reciente NCG 461, de la Comisión del Mercado Financiero (CMF).

Incorporar los temas materiales en sostenibilidad en las matrices de riesgo y gestionarlos proactivamente, es indispensable para que las empresas puedan hacer frente a la policrisis (climática, de biodiversidad y de desigualdad) que estamos viviendo. Les ayuda, por ejemplo, a estar mejor preparadas ante eventos climáticos extremos, sequías, regulaciones más exigentes, impactos negativos sobre los derechos humanos; y a asegurar el éxito de sus negocios en el mediano y largo plazo.

Mejorar la reportabilidad para dar cuenta de esta gestión a los grupos de interés -incluyendo inversionistas-, de manera consecuente y coherente les permitirá, además, generar confianza, diferenciarse de sus competidores y obtener acceso a nuevas o mejores fuentes de financiamiento.

A través de nuestro DSE también constatamos un aumento en la medición de huella de carbono y en compromisos explícitos con la diversidad, inclusión y no discriminación. Sin embargo, más atrás se queda la integración de un enfoque en Derechos Humanos y Naturaleza/Biodiversidad.

Es verdad que hay progresos, pero no son suficiente para responder a las expectativas y necesidades locales y globales. Por eso es urgente acelerar las acciones.

Para trazar una ruta que incremente los esfuerzos, lanzamos una iniciativa basada en los compromisos empresariales estipulados por el WBCSD, que invita a las compañías que son parte de nuestra red, a comprometerse con Cinco Criterios Clave de Sostenibilidad, con el objetivo de detectar brechas e implementar prácticas más resilientes, especialmente en tiempos de crisis.

Los cinco ejes, a los que se han sumado 37 empresas, son: Carbono Neutralidad; Naturaleza y Biodiversidad; Derechos Humanos y Debida Diligencia; Inclusión y Diversidad; y Reportabilidad y Transparencia, y su matriz de evaluación está completamente ajustada a los principales marcos internacionales de referencia.
Ya llevamos un año de trabajo y tenemos un diagnóstico que nos llama a poner un especial foco en: mejorar el desempeño en la detección y procedimientos para casos de discriminación, incorporar en la información financiera los desafíos relacionados al cambio climático, levantar el impacto de la empresa sobre la naturaleza y su dependencia de los servicios ecosistémicos, y medir y reducir el Alcance 3 en materia de carbono neutralidad.

En temas de descarbonización, Chile es sin duda un país pionero y destacado por su estrategia de carbono neutralidad y también por las oportunidades que ofrece el territorio de generar energía en base a renovables. Sin embargo, a la hora de sumarse a este esfuerzo, las empresas aún enfrentan varios desafíos, en especial en cuanto a la medición del Alcance 3, que se refiere a aquellas emisiones de Gases Efectos Invernadero (GEI) que provienen de la cadena de valor de una compañía y se encuentran, por ende, fuera de su control directo.