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Tierras raras limpias: la creciente demanda por minerales esenciales necesarios para el desarrollo

Empresa de la región del Biobío, en colaboración con académicos locales y colaboradores internacionales, ideó un circuito productivo que optimiza el uso de recursos como el agua reciclada y que contribuye a la descarbonización.
En los últimos años, hay una demanda mundial creciente por las denominadas “tierras raras” que -curiosamente- no son ni tierra ni raras. Y es que se les llama tierras raras a un conjunto de elementos químicos que se encuentran en baja concentración en la corteza terrestre y que tienen propiedades necesarias para el desarrollo productivo y tecnológico de muchas áreas con las que estamos acostumbrados a vivir en la sociedad actual: electromovilidad, electrodomésticos, celulares y computadores, ampolletas de bajo consumo, productos deportivos, láseres, centrales nucleares, entre muchos otros.

Son un grupo de elementos químicos como escandio, itrio, lantano, praseodimio, neodimio y varios más que tienen numerosas aplicaciones y que no son escasos en la corteza terrestre, pero cuyo problema es la baja concentración en la que se encuentran.

Por eso su extracción puede ser extremadamente compleja y presenta una serie de desafíos. Una de las empresas que desarrolla tierras raras en Chile es la empresa Aclara, que expuso en el reciente Summit de Electromovilidad – EmovBiobío, organizado con apoyo de la Universidad Técnica Federico Santa María.

El subgerente de Procesos de la empresa, Ricardo Sepúlveda Letelier, se refirió al aumento en la demanda de tierras raras como minerales estratégicos para la fabricación de vehículos eléctricos y las energías renovables contra el cambio climático en su exposición “Procesos Productivos Sostenibles y Electromovilidad en la Minería del Sur”.

Sepúlveda explicó que en 2022 la oferta mundial de tierras raras fue de 300.000 toneladas métricas aproximadamente, sin embargo, agregó que la demanda total de los minerales esenciales para los motores eléctricos se duplicará (para los elementos Neodimio y Praseodimio) y cuadruplicará (en el caso del Disprosio y Terbio) al año 2033.  

En ese escenario, el experto afirmó que los desafíos son mayores, pero también son una oportunidad para Chile y la Región del Biobío de desarrollar un nuevo modelo de minería. En esa línea, entregó detalles del proceso de “Cosecha Circular de Minerales” con el cual la compañía busca producir estos metales fundamentales para el desarrollo de la electromovilidad y energías renovables desde las arcillas iónicas de Penco.

“Desde Penco, tenemos una gran oportunidad para contribuir al cambio climático. La riqueza que tienen sus arcillas iónicas nos permitiría enfrentar en mejor pie los desafíos medioambientales que el planeta se ha puesto, entre ellos, los definidos en la última COP28”, dijo el ingeniero civil químico, con más de 20 años de experiencia en el rubro minero.

Justamente en la 28° edición de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, se llegó al acuerdo de abandonar los combustibles fósiles para alcanzar la meta de emisiones globales netas cero en 2050. Una noticia especialmente relevante para Chile, que posee minerales estratégicos esenciales para avanzar en el desarrollo de autos eléctricos y un mundo sin hidrocarburos.
En esta línea y tras su exposición, Sepúlveda destacó que el modelo patentado por Aclara para la producción de tierras raras apunta a una nueva minería, que incorpora elementos de innovación tecnológica y cuya consolidación ha sido el desarrollo de las pruebas a escala piloto en el Centro Demostrativo que la compañía tiene en la región.

El modelo de Cosecha Circular de Minerales, que ha recibido distinciones internacionales como el premio SEAL por considerarla una de las 50 iniciativas más sostenibles a nivel mundial, “ha demostrado que la producción de minerales de manera verde es posible. El proceso apunta a una nueva manera de hacer las cosas, de acuerdo a las necesidades del planeta, del entorno y de la comunidad que vive en Penco”, comentó el especialista.

El proceso diseñado y patentado por la empresa, a diferencia de las experiencias de extracción en Asia -principal productor de tierras raras en el mundo-, no utiliza molienda, chancado, ni produce residuos industriales líquidos; pues es un circuito productivo cerrado, que entre sus atributos utiliza aguas recicladas y propone la revegetación de sus zonas operativas con especies nativas, lo que sumará nuevas hectáreas a los bosques existentes a nivel local.

Estas innovaciones responden además a un proceso de diálogo con vecinos y la comunidad de Penco, y a la premisa de buscar una mejora constante en torno al bienestar social, económico y medioambiental.