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Las empresas deben adaptar nuevas tecnologías y evaluar costos y viabilidad financiera a largo plazo en sus proyectos para enfrentar los riesgos, plantea Juan Carlos Rey, gerente técnico de Energy & Power y Construcción de Marsh.

Chile lleva tiempo embarcado en el camino hacia la transición energética, con un enfoque en el desarrollo de fuentes de energía sostenibles. En esa dirección, en abril de 2020 las autoridades presentaron ante las Naciones Unidas un informe que señalaba que la descarbonización sería responsable del 76% de la reducción de emisiones para el período 2020-2050.

Asimismo, en 2022 entró en vigor la Ley Marco de Cambio Climático, que establece como meta que el país sea carbono neutral y resiliente al clima a más tardar en 2050.

En este contexto, las empresas que desarrollan proyectos vinculados con energías renovables están expuestas a numerosos riesgos en distintos ámbitos, por lo que es relevante que puedan protegerse frente a ellos. Así lo señaló Juan Carlos Rey, gerente técnico de Energy & Power y Construcción de Marsh, firma global de corretaje de seguros y gestión de riesgos.

El ejecutivo analizó las contingencias más importantes que pueden afectar a las compañías en el proceso de transición energética y cómo pueden enfrentarlas.

Riesgos
Según el ejecutivo, los riesgos pueden ser de diversa índole. Primero, de tipo tecnológicos. “La adopción de nuevas tecnologías y sistemas de energía renovable generalmente presenta desafíos técnicos y de operación”, comentó Rey. Además, para él, las empresas tienen la obligación de asegurarse de contar con la experiencia y los recursos necesarios para implementar y mantener estas tecnologías de manera efectiva.

De igual manera, mencionó los riesgos regulatorios. A su juicio, los cambios en las políticas y regulaciones energéticas pueden afectar la rentabilidad y viabilidad de los proyectos. En tal sentido, Rey subraya la importancia de que las compañías se mantengan actualizadas sobre las leyes y normativas locales e internacionales para evitar sanciones.

Adicionalmente, planteó los riesgos de tipo financieros, dado que los proyectos de energía renovable requieren una inversión inicial significativa. “Se deben evaluar cuidadosamente los costos y viabilidad financiera a largo plazo, así como los riesgos asociados al financiamiento de proyectos de energía renovable”, analiza el ejecutivo.

Por otro lado, Rey advirtió que las empresas riesgos reputacionales, ya que los consumidores e inversionistas demandan cada vez más el compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental y, en ese contexto, expectativas de que las compañías adopten prácticas relacionadas con las energías limpias.

Finalmente, resaltó los riesgos de suministro, señalando que, dependiendo de la ubicación geográfica y las condiciones climáticas, las fuentes de energía renovable pueden ser menos confiables que las tradicionales. Y esto, según precisó, exige una planificación cuidadosa para garantizar la disponibilidad y estabilidad del suministro.

Mayor crecimiento, más riesgos
El mercado de seguros también ha evolucionado en paralelo, comprendiendo los riesgos asociados al crecimiento que están experimentando las energías renovables. Esto, a través de generar productos y coberturas que buscan gestionarlos de manera adecuada.

Algunos ejemplos son: pólizas de construcción diseñadas exclusivamente para proyectos de energías renovables; seguros paramétricos, que consisten en pólizas de pago al cliente en función de la intensidad de un evento y del importe de la pérdida calculada (por ejemplo, un desastre natural); pólizas para cubrir transacciones financieras de compra/venta de estos activos; y seguros que permiten cubrir los riesgos asociados con la tecnología utilizada en la industria energética, como interrupciones en la infraestructura de TI (tecnología de la información), ciberataques y fallas en los sistemas de control, entre otros.

“Somos conscientes de esta situación y hemos trabajado con la industria de seguros y reaseguros, manteniendo una fuerte presencia en el mercado, para educar y comprender cada vez mejor las preocupaciones actuales y futuras asociadas a estos riesgos”, comentó Rey.

“Los seguros son una herramienta importante para que las empresas del sector energético gestionen y mitiguen los riesgos tecnológicos, regulatorios, financieros, reputacionales y de suministro. Proporcionan protección financiera y tranquilidad a las empresas en un entorno empresarial cada vez más complejo y volátil”, agregó.

En este contexto, precisó que hoy se aprecia un mayor interés por parte de las compañías del sector energético en minimizar dichos riesgos, así como un aumento en la demanda de seguros para los proyectos que están desarrollando.